¿Cómo tocar una rosa?

Desde muy pequeña siempre me llamaron la atención las rosas, tal vez porque mi subconsciente guardaba la imagen de que en el centro de su botón podría encontrar el rostro de un bebé (como en la propaganda de Menen que pasaban antes), era solo producto de mi imaginación, pero lo cierto es que siempre tuve mucha curiosidad por tocarlas y verlas por dentro. Recuerdo que mi abuela tenia una hermosa y grande planta de rosas rosadas en su jardín  pero siempre estaba muy pendiente de evitar que yo las alcanzara con mis manos, decía que tenia un "bachaquito de cabeza negra" en su patio.

Una mañana, cuando  yo tenia poco mas de ocho años, al pasar por el frente de la casa de una vecina, me percaté de los hermosos ramilletes de rosas blancas que adornaban su casa, y notando que la casa estaba sola, me acerqué a observarlas mas de cerca. Sin embargo, antes de pensar en lo que estaba haciendo, me dejé llevar por la belleza de sus pétalos, su suavidad al tacto, el aroma de la rosa y... sin darme cuenta fui tocando y desmenuzando cada botón, uno por uno hasta que el piso se cubrió de blanco. No sé cuanto tiempo me tomó hacerlo, pero de no ser por el grito de otra vecina de la cuadra, me habría quedado allí hasta que no quedase ninguna rosa con pétalos. Al darme cuenta de lo que había hecho, la pena y la vergüenza me invadieron, y solo se me ocurrió salir corriendo.


Obviamente, la vecina que me descubrió dañando las rosas, me acusó con mi mamá, pero en mi defensa confesé que no me dí cuenta del daño que estaba haciendo, solo me dejé llevar por la sensación de tocar las rosas entre mis manos, nunca quise dañarlas. Afortunadamente, mi mamá me creyó y el incidente no pasó a mayores. Pero lo sucedido me enseñó varias lecciones:

1) No necesitas querer hacer daño para lastimar algo hermoso
2) Para poder tocar una rosa debes ser delicado y suave en el tacto
3) Debes cuidarte de tus pasiones porque ellas te pueden llevar a hacer cosas que dañen lo que amas.
Así que si quieres disfrutar de la belleza y perfume de una rosa debes saber acariciarlas sin romper sus pétalos, por mas suaves que ellos sean son tan frágiles que no tardan en dañarse si los presionas con mucha fuerza. Existen situaciones en nuestras vidas que tal vez se comparen a una rosa, por eso debemos aprender a "tocarlas" y cuidarnos de ser arrastrados por nuestras pasiones porque hay cosas que una vez que se dañan nunca vuelven a ser como antes.

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