Estado, Ética y Servicios Públicos: La corrupción en la gestión pública.
INTRODUCCION
La
corrupción es un flagelo mundial que no tiene fronteras y sus intereses están
principalmente arraigados en poderes económicos y políticos. Es de vieja data y
afecta al propio sistema político en su dimensión integral, la economía, el
desarrollo, el crecimiento y las inversiones; la educación y la cultura, con
todas sus deformaciones; la Democracia, su estabilidad y su seguridad; la
Soberanía Nacional; la Familia; la Sociedad y sus Comunidades; la República, el
Estado y el Poder Público en sus diversos niveles y ramas; el individuo como
persona humana.
Actualmente
en muchos países la corrupción es vista como un asunto que merece urgente
atención. Hay quienes al hablar de la corrupción se refieren a los actos
deshonestos en que incurren los empleados del Estado. No es apropiado usar solo
esa palabra en ese sentido, pues las leyes incriminan y castigaran a la
corrupción de menores, y en los códigos morales los predicadores condenan a la
corrupción de las buenas costumbres.
En
este trabajo se estudia la corrupción en la gestión pública desde tres puntos
de vista: corrupción administrativa en Venezuela, Apuntes para una historia del
peculado y sobre la percepción de crisis ética.
1.-
LA CORRUPCION ADMINISTRATIVA
La
palabra corrupción en su actual sentido social y legal, es la acción humana que
viola las normas legales y los principios de la ética. La corrupción administrativa
seria entonces el genérico de los delitos que se cometen en el ejercicio de un
cargo público. En términos simples, la corrupción es "el abuso de poder
público para obtener beneficio particular". Y se clasifica jurídicamente
en los términos siguientes:
a)
Soborno
O Cohecho. Es él más reiterativo de los delitos contra la
Administración Pública. Se comete normalmente a instancia del contribuyente y
va desde la entrega de una pequeña dadiva para evitar una contravención de
simple policía hasta el ofrecimiento de abundantes sumas para salir del pago de
los impuestos.
b)
La exacción. El
agente fiscal que se aprovecha del miedo o de la ignorancia del contribuyente y
le notifica el pago de un impuesto en cuantía mayor que lo que le corresponde, está
cometiendo exacción. Esta no se debe confundir con la liquidación provisional
del impuesto que es frecuentemente mayor que la suma que termina pagando el
contribuyente.
c)
La concusión. Es
una especie de extorsión hecha por el cobrador de impuestos, que bajo la
presión de su investidura, conmina al contribuyente a pagarle determinada
cantidad de dinero bajo la amenaza de aplicarle todo el peso de la ley
impositiva. Son concusionarios los agentes de seguro social que en vez de
exigir r el cumplimiento de la ley, diligencia el pago de coima a cambio de
hacerse de la vista gorda ante la violación de los preceptos que están bajo su
celo.
d)
Tráfico
de influencia. Este se realiza cuando el funcionario de
marras influye para conseguir a favor de alguien allegado una contrata de obras
publicas; o cualquier otra actividad en la que este involucrada una posición o
un trabajo de beneficio.
e)
La
malversación. Consiste en desviar caudales públicos hacia
objetivos distintos a los que consigna el presupuesto en ejecución.
f)
El
abuso del poder. Este consiste en utilizar la fuerza publica
para resolver problemas particulares, tan propio de los militares de alto
rango, y de políticos en el ejercicio de puestos de mando, es igualmente abuso
de poder. Lo es además la obediencia o el acatamiento de las sentencias u
ordenes judiciales por parte del poder ejecutivo.
g)
El
Peculado. Contiene el significado de todas las palabras descritas
precedentemente. El sujeto que ilegalmente se enriquece o enriquece a otros en
perjuicio del Estado es reo de peculado. El uso en provecho propio de bienes
públicos, la retención de bienes ajenos que por error han caído en manos de
empleados oficiales, el uso de materiales y equipos en labores diferentes al
objeto de su compra, las perdidas de bienes estatales, todos son actos que
reúnen los elementos constitutivos del peculado.
2.-
APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL PECULIADO
Etimológicamente
el vocablo proviene del latín “peculare”, que es tomar algo indebidamente del
peculio ajeno. Significa hurtar bienes del estado, o del tesoro público pero
con la específica característica de que el sujeto activo del delito es un
funcionario público, o sea una persona que estaba encargada de su
administración y custodia, en un ejercicio claramente abusivo de sus funciones.
El
paso, de la Venezuela rural y
agropecuaria, a una sustentada en la producción petrolera, fue un
acontecimiento histórico importante en nuestro país, ya que para administrar el petróleo operaron bajo la
misma lógica impuesta en 1810 y 1830 para administrar la Hacienda y distribuir
los empréstitos, tanto en la República como en el período guzmancista; y fueron
los mismos criterios que se utilizaron para administrar la renta y el boom
petrolero después de 1920, en 1945 y 1974.
La
mentalidad derrochista y dispendiosa que caracterizó al primer gobierno
patriota, donde se disipaban las rentas públicas en objetos frívolos y
perjudiciales, malgastando alegremente en pocos meses, dos millones de pesos en
fiestas, celebraciones, lujos, regalos, grados militares, aumentos de sueldo, formación
de ejércitos inútiles.
También
los mantuanos del Congreso reunido e instalado a principios de 1811, se
caracterizaron por fiestas públicas ordenadas por el gobierno y en las cuales
no brilló menos la dilapidación de aquel tesoro reunido en los años anteriores.
Los tres millones de pesos fuertes que se encontraron en depósitos el 19 de
abril y todos los productos de las rentas ordinarias desaparecieron.
Después
de 1810 continuaron las irregularidades en la administración pública,
particularmente en las aduanas y en los organismos encargados de controlar y
reprimir el contrabando. Precisamente, la corrupción masiva practicada en la
Renta del Tabaco, unido a la circunstancia bélica, originó en 1813 el decreto
de pena capital para los culpables de fraude. La pena de muerte contra los
corruptos la decretó Bolívar no solamente para Venezuela. Sin embargo, en
Venezuela no se conocen casos concretos de ejecución de corruptos, a pesar de
que la actividad contrabandista y el delito aumentaron de manera considerable.
En
1832 los funcionarios de la Renta del Tabaco se quejaban del exceso
contrabandista y de la impunidad “protegida descaradamente por los jueces
locales”. Por esta razón, los delincuentes se atrevían a construir cabañas,
chozas y cobijos donde a la vista de todos guardaban mercancía de origen
ilícito; los resguardos mientras tanto, conocedores de estas guaridas, no
osaban registrarlas por estar amparadas “bajo las garantías del asilo
doméstico”.
Un
respetable hombre público, Santos Michelena, se quejaba (1832) de que la
administración debía soportar, “sin poder remediarlo”, a un funcionario
“negligente, omiso, inepto”, y a quien la opinión pública señalaba como
responsable de “connivencia, malversación, colusión y peculado”. Muchos de
ellos se caracterizaban por exhibir lo que no podían tener honradamente, y
además, “vivir con la esplendidez y lujo de un rico capitalista o propietario”.
El
cargo público era considerado por la sociedad como propiedad de quien lo
ejercía. La resignación o la complicidad social se hacía evidente cuando “nadie
se presta a declarar lo que sabe”, ni tampoco “concurrir a la justificación de
unos hechos, cuya existencia se vocifera por todos fuera de los tribunales”.
Todo
esto formó parte de una crisis global de los poderes instaurados por la nueva
República. El Ejecutivo fue uno de los más afectados por el envilecimiento
ético de muchos funcionarios. Al respecto, son muy conocidas las malversaciones
realizadas por Francisco Antonio Zea cuando fue Presidente de la Gran Colombia;
también los robos de Miguel Peña, por lo cual tuvo que huir de Bogotá y buscar
la protección de Páez en Venezuela.
El
mismo José Antonio Páez, a pesar de su riqueza, recurrió al peculado y a otros
delitos como el tráfico de influencias para conseguir un préstamo del Banco
Nacional. Luego de las exacciones de un empréstito arbitrario para financiar la
guerra en enero de 1862, Páez fue señalado de utilizar parte de ese dinero en
beneficiar a sus hijas, quienes reclamaban el pago de perjuicios en una finca
heredada de su madre, la difunta Doña Barbarita Nieves. Mientras tanto, a los
empleados no se les pagaba el sueldo respectivo y los soldados permanecían sin
recibir ración.
El
ministro más importante durante la dictadura, Pedro José Rojas, negociaba
contratos ilícitamente aprovechando su posición. Pero antes de que Pedro José
Rojas llegara al poder, se negociaban y se cobraban contratos por obras
inconclusas o no ejecutadas.
Los hermanos Monagas también estuvieron
implicados en hechos de corrupción cuando ejercieron la presidencia. De su clan
se destacó la esposa de José Tadeo, Luisa Josefina Oriach, quien realizó
negocios muy turbios con vales y recibos pertenecientes a empleados públicos.
Dos
hombres tan importantes en la historia de Venezuela como lo fueron Guzmán
Blanco y su padre, salieron enriquecidos del gobierno cuando todos sabían que
no contaban con “fortuna personal sólida” en el momento de llegar al poder.
Juan Pablo Rojas Paúl fue acusado de un desfalco millonario. Joaquín Crespo e
Ignacio Andrade presidieron gobiernos caracterizados por el peculado. Cipriano
Castro y Juan Vicente Gómez fueron denunciados por corrupción y de manejar los
bienes públicos como si fueran los propios.
Igualmente
muchos funcionarios subalternos, así como los últimos de la jerarquía
burocrática, recurrían al juego ilícito como una forma de resarcirse de los
innumerables perjuicios ocasionados por el Estado. Los soldados, en varias
oportunidades se dedicaron al pillaje y al robo porque no recibían sus pagas, o
en su defecto las cobraban incompletas o muy retrasadas.
En
el área de la administración pública era un acontecimiento notorio cuando
ocurría un cambio de ministro y a su vez llegaba otro “con un nuevo enjambre de
funcionarios”. Los empleados en sus días postreros en el cargo aprovechaban
para saquear los bienes del ministerio.
Pero
el vicio por apropiarse del menaje y de otros bienes públicos menores, no era
exclusivo de los empleados o funcionarios de mediana o inferior categoría.
También algunos de alta investidura incurrían en la misma costumbre.
3.- ¿CUAL ES SU PERCEPCION DE LA CRISIS
ETICA?
La
crisis ética podría definirse como la pérdida de valores esenciales para el
buen vivir y la sana convivencia con las demás personas que integran una
sociedad. En Venezuela, cada día es más evidente la supremacía del abuso sobre
la conciencia del bien común. Estamos tan acostumbrados a la corrupción que es
común el policía “matraquero” o la cuota de dinero que no puede faltar a la
hora de “agilizar” un proceso que legalmente es gratuito.
Vemos
constantemente como se maneja el doble discurso, donde por un lado (el deber
ser) los representantes del gobierno promueven políticas y mecanismos para mejorar el funcionamiento del
país, pero por el otro lado, (lo que en realidad se hace) los mismos funcionarios
encargados de hacer cumplir esas mismas políticas, siguen practicando las
irregularidades de anteriores, dejando todos esos buenos proyectos solo en el
papel. ningún sector de la sociedad está exento de la presencia de personas
inescrupulosas que no distinguen entre los bienes propios y los del estado.
Aunado a esto, se presenta la impunidad, aun cuando se conoce las acciones
“delictivas” de los funcionarios, nadie denuncia, y si lo hace, la denuncia no
procede. Porque el problema es de conciencia, de formación, la crisis ética en
nuestro país es un reflejo de la falta de valores que deben ser inculcados
desde la niñez. Si en Venezuela, existiera una contraloría social real, la mayoría de la población activa,
estaría bajo investigación por corrupción, ya sea en mayor (de cuantía
millonaria) o menor grado ( quedarse con una grapadora de la oficina…), porque
es “normal” pensar que si un bien es del “gobierno” nadie lo cuida, y por ende,
no hay quien lo reclame.
4.-
DE QUE FORMA UD. FORMARIA CONCIENCIA ETICA EN CONTRA DE LA
CORRUPCION (ARGUMENTE SU FUNDAMENTO
LEGALMENTE).
Seria
irresponsable afirmar que solo existe una forma o camino para formar conciencia
ética contra la corrupción. Sin embargo, no cabe duda que el origen real de
estos males debe encontrarse en el deterioro de la institución familiar;
igualmente en el deterioro paulatino del sistema educativo donde el éxito fácil
de la cantidad dejo a un lado la autentica formación y donde la excelencia, con
las excepciones del caso, es, apenas, palabras huecas.
La
promoción de la cultura, la ciencia y el arte deben marcar el encauzamiento del
proceso de mejoramiento humano por los senderos de la excelencia. Una forma que
podría proponerse es el reconocimiento y promoción de los principios de
honestidad, transparencia, participación, eficiencia, eficacia, legalidad,
rendición de cuentas y responsabilidad en todas las actividades académicas,
sociales y profesionales, mediante el
impulso y apoyo a todas aquellas personas que realicen honestamente su trabajo
tal como se señala en el preámbulo de la Constitución y en el artículo Nº 6 de
la Ley Contra la Corrupción.
5.-
¿QUE TECNICAS DE LUCHA EN CONTRA DE LA CORRUPCION APLICARIA UD.?
1) Control
del gasto público, que los recursos sean destinados para los fines que fueron
presupuestados.
2) Presionar para que se realice un buen cumplimiento de
las leyes de la nación, utilizando los medios de información masivos y redes
sociales como herramientas para la velar y evitar la impunidad. Cada ciudadano
es un vigilante de los bienes y recursos de la nación.
3) Denunciar
los actos de corrupción por mas pequeños que sean.
4) Enseñar
a los niños el valor de la HONESTIDAD y
la RESPONSABILIDAD.
CONCLUSIÓN
La corrupción es una manifestación o
síntoma de la enfermedad que está presente en la sociedad como es el cáncer de
la pérdida de valores, lo cual se traduce en la crisis ética que nos ahoga.
Resulta interesante saber que es un problema que venimos arrastrando desde
antes de la formación de la republica, y es prudente señalar que más de
quinientos años de historia no podrían cambiarse en unos cuantos años, pero
toda larga jornada comienza con un solo paso.
Venezuela es un país relativamente
joven, tanto por su población como por su historia, y eso es una ventaja al
momento de recordar no tomar aquello que
no nos corresponde, sino por el contrario trabajar cada día por tener una
conciencia limpia y poder dormir con tranquilidad. Debemos romper con
paradigmas manifiestos en los refranes populares como “no me den, póngame donde haya” Mas allá de establecer leyes y
penas (aunque sean necesarias), la solución mas humana podría ser la prevención
y el seguimiento continuo, inculcando valores a los mas pequeños, para que
cuando lleguen a una edad adulta sean tan fuertes sus principios que no puedan ser comprados fácilmente.
Y
en cuanto a los funcionarios que actualmente realizan las labores de control y
fiscalización del uso de los bienes de la nación, cada ciudadano tiene la
responsabilidad de ser vigilante de dichos bienes, denunciando y haciendo un seguimiento del uso
de los recursos públicos.
BIBLIOGRAFIA
·
Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 36.860 de
fecha 30 de diciembre de 1999.
·
Ley Contra la Corrupción, Gaceta Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela Nº 5.637 de fecha 07 de abril de 2003.
·
Camacho, Cristian. Orígenes Históricos La
Corrupción en Venezuela I, (2000)
·
http//www. Analítica.com
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