ANÁLISIS SOCIOLÓGICO DEL DERECHO Y DEL PENSAMIENTO JURÍDICO I: DERECHO POSITIVO, NATURAL, OBJETIVO, ADJETIVO, SUSTANTIVO Y SUBJETIVO
INTRODUCCIÓN
El tema a desarrollar en el presente trabajo es el Derecho Natural, pues para comprender por qué se relaciona con los Derechos del Hombre es necesario averiguar en qué consiste esta disciplina. Así, veremos que el Derecho Natural es aquel inherente a la persona humana, aquel emana de la naturaleza misma del hombre, y que por esta razón no es creado por los órganos de Estado, según lo sostienen los iusnaturalistas, quienes además lo consideran anterior y superior a las leyes estatales, las cuales lo reconocen y protegen. Es decir, que este Derecho se encuentra formado por normas que rigen a todos los hombres por su simple calidad de ser humano, por su pertenencia a la raza humana.
Podríamos decir que el derecho como concepto tiende a estar caracterizado por un conjunto de reglamentaciones y reglas que buscan regir al hombre cuando este vive en sociedad. Ese mismo orden puede ser visto en diferentes ámbitos; por ejemplo si tomamos las reglamentaciones para regir relaciones entre comerciantes veremos que este es el Derecho Comercial. Ese derecho comercial es el orden que rige las relaciones entre comerciantes, orden deseado por ellos y también protegido por los órganos del estado que buscan que ese orden existente y deseado impere.
Desde tiempos pasados el hombre en su afán de crecer constantemente, ha experimentado cambios que le han permitido subsistir hasta nuestros días, cambios en la naturaleza que le obligaron a buscar refugio en las cuevas y más tarde que le llevaron a construir viviendas para mantenerse en un solo sitio; cambios en el ámbito social donde se desenvolvían que les permitía relacionarse con los demás y así poder vivir en grupos o clanes, pero la evolución del raciocinio les dio la facultad de pensar en mandar sobre los demás, y al mismo tiempo les dio a los demás la facultad de pensar en defenderse de quienes querían dominarlos o de liberarse del yugo de quien los oprimía. Se establecía así la primera línea divisoria entre gobernantes y gobernados. Hay derecho subjetivo, en el sentido especifico de la palabra, cuando entre las condiciones de la sanción figura una manifestación de voluntad, querella o acción judicial, emanada de un individuo lesionado en sus intereses por un acto ilícito. Mientras que para la teoría pura el deber jurídico no es otra cosa que la misma norma jurídica considerada desde el punto de vista de la conducta que prescribe a un individuo determinado; es la norma en su relación con el individuo al cual prescribe la conducta, vinculando una sanción a la conducta contraria; el deber jurídico es pues, la norma jurídica individualizada, y por este hecho no tiene ninguna relación con la noción del deber moral.
EL DERECHO
POSITIVO
Es el conjunto de normas jurídicas escritas en un ámbito
territorial, que abarca toda la creación jurídica del legislador, nunca del
pasado y sólo la vigente, no sólo recogida en forma de ley. El concepto de derecho positivo está basado
en el iuspositivismo, corriente de pensamiento jurídico que considera al
derecho como una creación del ser humano. El hombre crea el derecho, las leyes
(siendo estas la voluntad del soberano) crean Derecho. Al contrario del Derecho
natural, según el cual el derecho estaba en el mundo previamente, y el ser
humano se limitaba meramente a descubrirlo y aplicarlo.
En este sentido, el derecho positivo descansa en la
teoría del normativismo (elaboración del teórico del derecho Hans Kelsen -siglo
XX-), y que estructura al derecho según una jerarquía de normas (jerarquía
normativa). Desde el punto de vista de
otras escuelas de pensamiento jurídico, que no excluyen la existencia del
derecho natural o derecho divino, el derecho positivo sería aquel que emana de
las personas, de la sociedad, y que debe obedecer a los anteriores para ser
justo y legítimo.
Así, se entiende el derecho positivo como un Derecho
puesto o dado desde el Estado. El positivismo jurídico se divide en formalista
y sociológico. El primero estudia las formas jurídicas y surge en el siglo XIX
con dos escuelas como precursoras de esta corriente: en Francia la Escuela Exégesis ,
y en Alemania la
Escuela Dogmática alemana. En cuanto al positivismo jurídico
de carácter sociológico, estudia el impacto del derecho positivo en la
sociedad. Sus escuelas precursoras son en Francia la Escuela Social
francesa, y en Alemania el Movimiento del Derecho Libre alemán, ambas del siglo
XIX-XX.
La concepción del positivismo jurídico abarca un solo
derecho, lo que también se conoce como monismo jurídico: el derecho positivo.
En cambio, para el iusnaturalismo o derecho natural, existen dos derechos
(dualismo jurídico): el derecho positivo y el derecho natural. Este último se
define como el conjunto de principios o valores superiores a los cuales podemos
acceder a través de la capacidad humana y que prevalecen sobre el derecho
positivo y son siempre válidos. El origen de esta doctrina es tan antiguo como
el Derecho, y puede rastrearse intelectualmente desde el paso del mito al logos
en la Grecia Antigua.
EL DERECHO
NATURAL.
La expresión Derecho Natural hace referencia a una
corriente de pensamiento jurídico presente por más de 25 siglos. Su idea
fundamental es la tesis de la existencia de un Derecho anterior a cualquier
norma jurídica positiva, es decir, de origen humano, denominado precisamente
Derecho Natural. El concepto de Derecho
Natural está unido a otros conceptos jurídicos tales como Derechos Humanos,
naturaleza humana, valores jurídicos, justicia y bien común. Más que una tesis,
constituye un sistema de pensamiento que ha sido compartido por múltiples
juristas o filósofos, incluso con planteamientos diversos y hasta
contradictorios.
Cuando se habla de Derecho Natural, se hace alusión al
derecho propio o inherente a la naturaleza humana, que no es creado
deliberadamente por un órgano gubernamental, sino que está constituido por
criterios y principios rectores de la conducta humana, que los partidarios de
esta corriente consideran como eternos e inmutables; además no está
representado por un conjunto unitario y sistemático de normas, que exista en
algún lugar concreto y cuya validez todos reconozcan. "Se formula en
postulados ideales, absolutos y universales, que tienen la pretensión de ser
intrínsecamente válidos, o sea que valen por sí mismos. Para los
iusnaturalistas es un derecho modelo, que busca la auténtica justicia". Para su validez, el Derecho Natural, no
requiere ser producto de un determinado procedimiento previamente establecido
para la creación de normas jurídicas. El Derecho Natural es esencial a la
naturaleza humana, y no creación del hombre.
Es precisamente natural, porque se funda en la naturaleza; pero ésta ha
sido considerada desde diferentes enfoques. Para unos está fundada en la
naturaleza divina. Para otros, se inspira en los dictados o mandamientos de la
divinidad. En otra de sus versiones está el Derecho Natural apoyado y basado
concretamente en principios de la Iglesia Católica. Para otros, está de acuerdo con
la naturaleza humana; el hombre refleja su propia naturaleza en ese derecho
para que sus normas tengan suprema calidad humana.
Así, podríamos definir al Derecho Natural como: "El
conjunto de las normas que los hombres deducen de la intimidad de su propia
conciencia y que estiman como expresión de la justicia en un momento histórico
determinado. La idea de la existencia de este derecho sigue al hombre en el
curso de la historia, pero es una idea cambiante como el tiempo". La concepción de quienes afirman la
existencia de un Derecho Natural eterno e inmutable, igual para todos los
tiempos y para todos los pueblos es inaceptable. Atribuirle semejante
característica es contrario a las realidades históricas que manifiestan que el
Derecho Natural está sujeto a cambios y transformaciones.
EL DERECHO
OBJETIVO
Es el conjunto de normas destinadas a reglar la conducta
de los individuos en la sociedad, mientras que el Derecho Subjetivo se refiere
a la facultad, poder o señorío individual o subjetivo de ser titular y hacer
valer determinado derecho. Sin embargo, esta clasificación no separa el derecho
subjetivo del objetivo, como sostiene la doctrina imperante, no puede hablarse
de un derecho objetivo y un derecho subjetivo aisladamente, aunque esto no
quiere decir que a los efectos metodológicos y para el estudio de las
disciplinas jurídicas, no sea conveniente tomar a veces al sujeto y a veces el
objeto del Derecho, pero sólo como división metodológica. Es simple esta
explicación, porque si tomamos en cuenta que el Derecho constituye reglas plasmadas
como un conjunto de normas que implican por un lado reglas bilaterales de
conducta humana, y por otro lado, poderes basados en tales preceptos y que son
atribuidos a una voluntad para proteger intereses de los individuos y grupos
sociales, entonces para que exista esa facultad es necesario que ésta se
desprenda del derecho objetivo, por lo tanto, sin existir ese derecho
objetivamente hablando, entonces no puede desprenderse de éste esa facultad,
poder o señorío de hacer valer ese determinado derecho.
DERECHO ADJETIVO
El derecho adjetivo es el que se encuentra contenido en
normas de contenido procesal, por ejemplo en el Código de Procedimientos
Penales, en el Código Procesal Civil, la
Ley del Procedimiento Administrativo General entre otras. El
derecho adjetivo establece y regula procedimientos. Algunos tratadistas
denominan Códigos adjetivos a los Códigos mencionados, con lo cual otros no
están de acuerdo.
DERECHO SUSTANTIVO
Es el que se encuentra contenido en normas de contenido
sustantivo, como el Código Civil, o el Código Penal, entre otras. Para algunos
tratadistas el derecho sustantivo establece derechos u obligaciones o establece
sanciones como en el caso de las normas contenidas en el Código Penal. Algunos
tratadistas denominan a los Códigos mencionados como Códigos sustantivos. Se denomina así a aquellas normas que regulan
la conducta llamada “de fondo”; dicho en otras palabras, este tipo de normas no
regulan cuestiones de procedimiento, sino netamente las cuestiones “técnicas”
según la rama del derecho de que se trate.
El interno de "poder" o "señorío",
que consiste en la posibilidad de hacer o querer conforme al imperativo
jurídico y dentro de sus límites. Por ejemplo, el dueño de una finca puede
explotarla, arrendarla, venderla, según la ley. El formal o externo de "pretensión",
que consiste en posibilidad de exigir de otra persona el respeto de su poder o
señorío y, consecuentemente, en la posibilidad de reaccionar contra toda
perturbación que se le ocasione en el ejercicio de aquél, también dentro del
límite del ordenamiento jurídico.
En todo Derecho Subjetivo existen ambos elementos, aunque
aparezca más inmediatamente uno u otro según el derecho de que se trate. Así,
en el derecho de propiedad se destaca más el elemento de poder o señorío sobre
la cosa, mientras que en los derechos internos de crédito u obligación
sobresale el externo de "pretensión", ya que se hacen valer contra
una persona determinada.
Esta pretensión puede hacerse de dos
maneras:
Dirigiéndose directamente a la persona perturbadora para
exigirle el comportamiento debido (de abstención o respeto, o bien, de
cumplimiento de su obligación, según los casos: derecho "a la
prestación")
Ocurriendo a un órgano del Estado para que ponga en
movimiento, o en defensa propia, el mecanismo coactivo del Derecho "a la
acción".
DERECHO
SUBJETIVO
Un derecho subjetivo es una capacidad que tiene una
persona para hacer o no hacer algo, o bien para impeler o impedir a otro a
hacer algo. Es la facultad reconocida a la persona por la ley que le permite
efectuar determinados actos, un poder otorgado a las personas por las normas
jurídicas para la satisfacción de intereses que merecen la tutela del Derecho. Un derecho subjetivo nace por una norma
jurídica, que puede ser una ley o un contrato, a través de un acuerdo de
voluntades para que pueda hacerse efectivo este derecho sobre otra persona
determinada. La cara contrapuesta de un
derecho subjetivo es una obligación. Todo derecho supone para una o más
personas una obligación de respetarlo, ya sea de forma activa (obligación de
hacer) o pasiva (obligación de no hacer).
En cuanto corriente de la filosofía del Derecho, los
autores que consideran a los derechos subjetivos como la base del ordenamiento
jurídico enfatizan la primacía del consenso entre los individuos como fuente de
legitimidad, en contraposición a las corrientes que enfatizan que la validez de
las instituciones no se sujeta al libre albedrío de aquellos que nacen en su
seno, también llamadas "del derecho objetivo". La libre aceptación
por parte de los miembros de una comunidad del orden que los sujeta a la misma
–representada por Jean-Jacques Rousseau y su "contrato social"– se
topa, a los ojos de los representantes del derecho objetivo (cuyo máximo
exponente es Hegel) con una dificultad que desde su punto de vista es
insalvable: los miembros de una comunidad no pueden fundar su posibilidad ni la
legitimidad de sus instituciones en algún tipo de "consenso", dado
que dicha comunidad preexiste a sus miembros, está ya ahí constituida en sus
instituciones y cada persona encuentra su status de tal en su seno merced a su
integración a las mismas.
De igual forma se puede decir que el derecho subjetivo
presupone de normas objetivas donde se encuentren establecidos los supuestos de
hecho o hipótesis legales, que sustenten la acción que el sujeto pretenda
ejercer. Sabemos que el Derecho Subjetivo en una mezcla abigarrada de
facultades, libertades, restricciones y posibilidades de acción, e igualmente,
que implicaba e implica protección de intereses humanos, y en este aspecto, la
protección del sujeto jamás puede exceder o desvirtuar el ordenamiento
objetivo, cuando éste ha tutelado determinado asunto, bien se trate de algo
material o moral. Toda persona ejercerá su derecho subjetivo, toda vez, que
para esas excepciones se cuenta con las llamadas "Fuentes
Indirectas", (la analogía, la jurisprudencia, la doctrina, la costumbre,
los principios generales del derecho), en fuerza de que el derecho viene
obligado a solucionar cualesquiera controversia que se presente dentro de su
ámbito. Ese es su cometido y razón. Dicho de otra manera, en eso casos, se
considerará como existente una norma objetiva, que si bien no fue prevista o
fue omitida, respaldará el ejercicio legítimo de ese derecho subjetivo.
La legitimidad para ejercer el derecho subjetivo se
refiere al conjunto de condiciones que la norma objetiva exige a los sujeto que
pretendan accionarlo. Es la propia disposición legal, en su contexto con las
demás del mismo ordenamiento jurídico, las que indica y condiciona los requisitos
que debe reunir la persona para que por sí misma pueda tener la legitimidad que
la ley exige para ejercer válidamente su derecho. Por ejemplo, (artículo 772
del Código Civil), para ser poseedor legítimo la ley presupone: Que el sujeto
haya poseído de manera pacífica, esto es, sin violencia pública, o lo que es lo
mismo, no clandestinamente o a escondidas. No equívoca, lo que se traduce en
poseer la misma cosa objeto del asunto, sin confusión con otra. Continúa,
ininterrumpida, y con la intención de tener la cosa como suya propia. En fin,
como podrá notarse, la ley indica el conjunto de condiciones que deberá reunir
el sujeto que pretenda acreditarse como poseedor legitimo.
La oportunidad para ejercer el derecho la fija la ley, de
manera tal, que si ese derecho no se acciona en los momentos determinados por
las disposiciones legales o si se deja de acreditarlo dentro de los lapsos
establecidos, el derecho subjetivo no podrá ser reconocido, y más aun,
determinara por extinguirse si opera la prescripción. Ejemplo: el artículo 359
del Código de Procedimiento Civil indica que la contestación de la demanda
deberá efectuarse dentro de los 20 días a partir de la fecha de la citación del
demandado. Por su parte el artículo 1977 del Código Civil preceptúa que las
acciones reales se prescriben por 20 años y las personales por 10..., etc.
CLASIFICACIÓN DE
LOS DERECHOS SUBJETIVOS:
1.- Por la condición de los sujetos en la relación
jurídica derechos público y privado: La división fundamental de todo Derecho,
objetivo y subjetivo, es la que distingue en él dos ramas caracterizadas por la
actuación o no actuación del Estado en ejercicio de su autoridad: Derecho
Público y Privado.
En primer lugar
es bueno precisar las distintas formas de actuación del Estado, el cual puede
actuar de dos maneras:
Como poder público, por medio de actos en los que ejerce
plenamente su soberanía, sin que nadie pueda reclamar contra ellos; Ej.
Promulgar una ley, suspender las garantías etc. Lo que caracteriza este modo de
actúa es su unilateralidad: de acuerdo con la Constitución y las
leyes (no en forma arbitraria) el Estado actúa como poder, sin que exista una
relación jurídica entre él y otras personas y, por lo tanto fuera del campo de
los derechos subjetivos.
Como persona. Al
llevar a la práctica las consecuencias de sus actos de poder, nace la relación
de Derecho con los particulares, y el Estado actúa como persona. Aparecen ahora
los derechos subjetivos, ya de parte del Estado, ya de parte de las personas
frente a él, para reclamarle el cumplimiento de las normas que regulan su
actividad. Todavía, en este ámbito de los derechos subjetivos, el Estado puede
aparecer:
Revestido de cierta autoridad, Ej. Al exigir el pago de
impuestos,
Como persona jurídica privada, en situación idéntica a
los demás. Ej. Cuando compra, cuando transporta, realiza operaciones de Bolsa
etc.
En ambos casos e Estado ejerce derechos subjetivos
propios de su personalidad jurídica; y los particulares se encontraran en
relación de "subordinación" o de "coordinación" con él,
según actué o no revestido de cierta autoridad.
Principales
derechos subjetivos públicos:
Del Estado frente a los particulares. Constituyen las
prestaciones o "cargas públicas" que deben prestar las personas
sometidas al Estado, bien sean patrimoniales (impuestos, contribuciones) o de
otra índole (servicio militar, obligación de integrar las mesas electorales,
etc.); el Estado puede exigirlos en virtud de la justicia general o legal.
De los particulares frente al Estado. Sabemos que en
virtud de la justicia orgánica particular distributiva, las personas privadas
tienen derechos subjetivos frente al Estado. Siguiendo las clasificaciones de
Jellinek, los particulares se encuentran frente al Estado en tres situaciones
distintas:
Status libertatis. Comprende la esfera de libertad, más o
menos amplia, que el Estado reconoce a los individuos y dentro de la cual no se
inmiscuye con su poder. Las Constituciones reconocen en su parte
"dogmática" los más importantes derechos subjetivos en esta materia
(libertad, inviolabilidad de domicilio, de correspondencia, etc.)
Status civitatis. Incluye aquellos derechos que permiten
a los particulares reclamar la intervención de un órgano estatal en su favor;
por ejemplo, el "derecho de acción", que asegura los derechos civiles
y patrimoniales.
Status activae civitatis. Se refiere a los derechos
políticos otorgados por las leyes a los ciudadanos haciéndoles participar
directa o indirectamente en el ejercicio de la soberanía, por ejemplo al
sufragio activo y pasivo.
Derechos
subjetivos privados: Se refieren principalmente a las siguientes
clasificaciones.
Derechos
Absolutos:
Derechos Absolutos, llamados también derechos de
"señorío" o de "exclusión", son aquellos que tienen
eficacia contra todos (erga omnes); Los absolutos garantizan al titular el
"poder" sobre un objeto suyo "frente a todo el mundo" y
tienen, como deber jurídico correlativo, una obligación universal de respeto:
por ejemplo: Pensemos en el propietario de una casa, de un terreno, de una
joya, etc. Su dominio sobre ella es indiscutible, es absoluto.
Entre los
derechos absolutos se encuentran:
Los derechos de la personalidad (identidad, derechos
sobre el cuerpo, derechos relativos a la personalidad moral, etc.)
Los derechos reales (propiedad, etc.)
El derecho hereditario (Ej. Que garantiza al heredero la
parte de la herencia llamada "legítima")
Los derechos políticos, que garantizan la participación
en el ejercicio de la soberanía de la nación. (Ej. Derecho al voto.)
Los relativos: Los
relativos le garantizan, contra una o varias personas determinadas, el poder
exigir de ellas una conducta también determinada (una acción o abstención) por
Ej. El derecho de crédito, si fulano me adeuda una suma de dinero que le presté,
mi derecho subjetivo sólo es oponible a fulano. Si se tratase de varios
obligados, será oponible frente a esos deudores individualmente determinados,
los relativos, que se dirigen contra personas individualmente determinadas
(interpartes).
CONCLUSIÓN
Al término de este trabajo, podemos decir que los
Derechos positivos, en plural, son por tanto conceptualmente diferentes de los
derechos naturales.
El Derecho Natural pretende ser el original, genuino,
correcto y desde luego, vigente de modo absoluto. Lo significativo, es que se
trata de una concepción que requiere destacar básicamente la realización de los
valores humanos. Es una acepción axiológica, que no requiere atender sólo a las
formas, sino más bien a los contenidos valiosos y por ello siempre se le
contrapone al Derecho Positivo, que sólo es formalmente válido por la razón de
ser elaborado, aplicado y reconocido por el Estado, en el que impera el
arbitrio de sus órganos de poder o gobierno y en el que la legalidad predomina
sobre sus valores, si no es que los sustituye.
Derecho Objetivo. Conjunto de normas que limitan,
restringen, uniforman las conductas de las personas, definen que es lo correcto
y que es lo incorrecto. Que derechos tiene una persona y que derechos no tiene.
Este derecho objetivo siempre es escrito por ello se llama también derecho
“positivo” o “vigente”, porque está plasmado en leyes vigentes. Se lo conoce
también como Positum Este o puesto esta.
Derecho Subjetivo. Está en el interior de las personas,
es el conjunto de conductas que de acuerdo a cada uno puede o no realizar
porque cree que tiene o no tiene derecho a realizar. Una persona cree que tiene
derecho a vivir, transitar. Este derecho puede ser diferente a cada persona por
que es subjetivo.
BIBLIOGRAFIA
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